DE MISTERIOS PARANORMALES Y ESPÍRITUS SIN DESCANSO
El misterio se presenta a veces donde uno menos se lo espera. Si la semana pasada el señor Juanma Rodríguez nos hablaba del misterioso caso del increible contrato menguante del Cholo Simeone, esta semana los amigos de lo oculto nos hallamos ante un enigma digno de ser tratado por el gabinete de expertos de la nave del misterio de Iker (Jiménez, no confundir con otras personas del mismo nombre): el misterioso caso del increible líder invisible.
Sí amigos. ¿Recuerdan aquella sensación cuando tenían 20 años de estar en la discoteca y que las chicas parecieran ver a través tuyo? pues igual pero sin el vaso de tubo en la mano. Si miran la clasificación de la Liga de fútbol española (ya de por sí un tema escalofriante) verán que figura como primero un equipo al que nadie parece ver. No aparece en las portadas de los periódicos. No es noticia en los programas deportivos. Tras siete jornadas de liga y dos de Champions continua invicto. Su defensa es la menos goleada de las cinco grandes ligas europeas. Tiene entre sus filas al máximo anotador. Y sin embargo... sin embargo los medios de comunicación no perciben su existencia.
Por ello y tras el lógico estupor que me embargó en un primer momento, me dediqué a llevar a cabo un arduo trabajo de investigación con el fin de arrojar luz sobre tan misterioso fenómeno. Cotejé tablas. Manejé datos. Consulté mis fuentes. Era innegable, el equipo estaba ahí. Y sin embargo las noticias eran la lesión de James, los fallos de Stegen, las posibles soluciones para mejorar los resultados de los dos equipos-paladines del buen juego y de la ética y la moral... Un escalofrío recorrió mi cuerpo y tuve que pellizcarme para asegurarme de que no me encontraba inmerso en un mal sueño. ¿Se me habría dado cual niño del Sexto Sentido el don de ver a aquellos que no se muestran al resto de personas?. ¿Quién era ese misterioso equipo?. ¿A qué había venido?. ¿Qué quería de mí? ...
Situaciones extremas requieren de medidas extremas, por lo que me armé de valor y me dispuse a enfrentarme al misterio. Lo miraría a la cara y no pararía hasta resolver el enigma. Esa noche vería El Chiringuito de Jugones en un acto mitad de valentía, mitad de locura, con la esperanza de que ello esclareciera todas las dudas y temores que se agolpaban en mi cabeza.
No pudo ser peor. El Tribunal de Tumultos dirigido por Pedrerol y en el que figuran personalidades tan insignes del mundo de lo paranormal (en la memoria de todos aún perviven las escalofriantes imágenes de Tomás Roncero comunicándose por medio de la ouija con el Más Allá) manifestó un comportamiento sospechosamente normal: enfrentamientos entre madridistas y barcelonistas, riñas descarnadas donde la razón de cada uno se mide por el grado de decibelios, e incluso el uso de una suerte de programa informático en el que se medía cual había sido el jugador más brillante del Real Madrid en su partido contra el Eibar. Nada fuera de lo común. Pero entonces hubo un momento que hizo que me reincorporara del sillón alarmado: durante un acalorado debate sobre la necesidad de rotaciones en los dos grandes equipos, Martín Petón hizo referencia a los laterales del Increible Lider Invisible, poniéndolos como ejemplo de jugadores con una forma física envidiable. Mi sorpresa fue enorme. Ahí estaba de nuevo ese misterioso equipo. !Y esta vez alguien más lo había visto!. Más misteriosa aún fue la reacción del gabinete de expertos del juego de la pelota que cada noche nos aterrorizan con sus historias al otro lado de la pantalla: de repente se hizo un silencio incómodo, y algunos de ellos bajaron la cabeza mientras otros miraban a aquel insensato sin dar crédito a lo que por su boca acababa de salir. Hasta el punto de que Pedrerol tuvo que dar paso a unos instantes de publicidad en los que se nos vendían las virtudes de una casa de apuestas, mientras es de imaginar que al pobre loco que había nombrado a ese equipo fantasmagórico le explicaban que hay cosas que allí no tienen cabida, y que todos los presentes allí reunidos habían venido al programa para hablar de su libro. Tras la publicidad todo volvía a la extraña normalidad, y ninguno de los periodistas volvió a hacer mención de tan enigmático hecho (verídico, quien tenga oportunidad que lo vea).
Quizá ahora que nos mudamos del Calderón y lo tirarán abajo para hacer inmuebles con cómodas facilidades de pago, descubran que bajo ese sagrado suelo se encuentra enterrado un cementerio indio (tiene su lógica) que de respuesta a esta y a otras muchas incógnitas que durante años nos han tenido confusos y atormentados: errores arbitrales garrafales, cánticos contra el entrenador que no salieron de la grada recogidos por la prensa, intentos de marcharse del club por parte de jugadores que manifiestan asombrados no saber nada del tema... Eso explicaría muchas cosas. Quizá algún antiguo jefe indio pidió en su última voluntad ser enterrado en la frontal del área o bajo la medular, y sus restos a día de hoy producen estos y otros muchos misterios sin resolver. Quizá aún hoy su espíritu vaga por la banda en cada partido insuflando valor y coraje en el corazón de los 11 guerreros que cada fin de semana combaten la arrogancia y la prepotencia del hombre blanco con un cuchillo entre los dientes...
Si estas ahí te saludamos, Gran Jefe, y te damos las gracias por haber estado en tantos y tantos momentos grabados a fuego en la que ha sido nuestra casa durante toda una vida. Tu espíritu ya puede descansar en paz.Tus hijos han recuperado su dignidad y han vuelto al camino de la victoria. Las nuevas generaciones se enorgullecen de tu linaje. Las gradas se llenan de color, y el estadio retumba con sus cánticos en las noches europeas bajo un cielo en el que no hay estrellas porque todas han preferido ponerse una camiseta a rayas y bajar a pisar el sagrado cesped del Manzanares.
Que tus ojos y los de tus antepasados vean a tus hijos alzar trofeos durante muchas más lunas. Que tu mano firme nos guíe hacia la más épica de las victorias. Que el latir de tu corazón resuene fuerte e imparable por toda la eternidad a este lado del río, junto al Pueblo de los Hombres Valientes.
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